viernes, 27 de julio de 2012

COMO SE DEBE REALIZAR UN RITUAL

Antes que nada hemos de preparar nuestro cuerpo y nuestra mente para el cometido que vamos a realizar. La limpieza e higiene es un factor muy importante, tanto nuestro cuerpo, cabello y ropa han de presentar una higiene absoluta. Nuestras manos y uñás cuidadosamente limpias y sedosas, tened en cuenta que nuestras manos tocarán todos las herramientas a emplear. No tiene mucha importancia la ropa que lleves puesta pero, es aconsejable, llevar ropa suelta que no nos oprima y con la cual nos sintamos cómodos. Es preferible usar ropa de color blanco, perfecto, símbolo de pureza e iluminación. También debemos prepararnos para absorber y canalizar las energías mágicas a través de la concentración mental y la apertura espiritual. Para la concentración y la apertura espiritual hay diversos métodos, sin embargo, uno de los más sencillos y prácticos consiste en descansar reposadamente sobre una silla, respirando profunda y lentamente, intentando dirigir nuestra mente hacia esa respiración. Al concentrarnos en nuestra respiración hacemos que la mente se vacíe de aquéllos pensamientos que, en estos momentos, nos resultan inútiles dando paso, acto seguido, a visualizar el Universo y cómo sus energías se dirigen hacia nosotros para poder ser derivadas, con posterioridad y a través nuestro, al trabajo que vamos a realizar. Es posible que, al principio, este sencillo ejercicio nos cueste un poco, no os desaniméis. Otros pensamientos entrarán para incordiaros en vuestra relajación y concentración pero no intentéis anularlos simplemente ignorarlos. Veréis cómo, poco a poco, esos pensamientos no pertinentes, se cansan porque no se les presta atención y dejan de hacer acto de presencia. Cada vez que se realice un ritual se deben poner los cuatro elementos: AGUA (un cuenco con agua) TIERRA (Un cuenco con tierra) AIRE (una varita de incienso simbloliza el aire) FUEGO (la vela) Aunque en el ritual no se describa que hay que ponerlo, siempre se deben poner. El ritual siempre lo debemos hacer orientados al Norte y todos los utensilios que utilicemos deberán estar bien limpios. Debemos estar segur@s de qué queremos conseguir: atraer el amor, luz ante la incertidumbre, protección, mejora de economía, bienestar físico, desarrollar nuestra psique, la minoración de una dolencia, etc. Una vez lo tengamos claro debemos anotarlo en un papel y redactarlo de la mejor manera posible de forma que exprese adecuadamente nuestro propósito. En este momento, dependiendo de vuestras tendencias religiosas y/o creencias podéis redactar la súplica que acompañe vuestro deseo con una oración o invocación. Cada uno debe invocar a las fuerzas o energías en las que crea para que le ilumine y le guíe en la consecución de su deseo e igualmente hay que dar gracias por la ayuda que el ritual le va a prestar.

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